CIUDAD DE MÉXICO. Aunque México tiene una gran riqueza natural, los monos aulladores, monos arañas, guacamayas rojas, entre otros animales, así como árboles de cacao o caoba, se han visto afectados por la deforestación de la selva tropical, por lo que científicos trabajan en un modelo para conocer el nivel de afectación, así como para, en conjunto con políticas públicas, atender el problema.
La selva húmeda es un ecosistema que se extiende principalmente en la región que va desde el sur de San Luis Potosí, pasando por Veracruz y Tabasco, hasta el sur y este de la Península de Yucatán, aunque también se encuentra en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Sinaloa, por lo que sus temperaturas son cálidas y registra lluvias todo el año.
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Además alberga a miles de especies de flora y fauna, por lo que es importante para el equilibrio ecológico, ya que, simplemente hay cerca de 100 tipos de plantas que son polinizadas por las abejas.
No obstante, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el territorio ocupado por selvas húmedas en el país se ha reducido 47.04 por ciento, ya que de abarcar 17.82 millones de hectáreas, pasó sólo a 9.47 millones de hectáreas (en condición primaria y secundaria; es decir, naturales y reforestadas), aproximadamente.
Algunas de las principales causas que han afectado a este ecosistema son las siguientes:
- Desarrollo de la ganadería
- Agricultura
- Minería
- Tala
- Cacería
- Comercio de vida silvestre
Aunque la información proporcionada por el INEGI puede servir para proporcionar un panorama de la situación de los ecosistemas en México, la información no es la más reciente ni está homologada a estudios realizados por instituciones como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la UNAM u organismos como Global Forest Watch, por mencionar algunos.
Por lo anterior, México no cuenta con un sistema que le permita analizar, de manera específica y con mejores resultados, sin amplios márgenes de error, algún ecosistema; sin embargo, investigadores de la Universidad Iberoamericana trabajan para hacer eso posible.