Desde su entrada en vigor en 2012 el impuesto al refresco generó que se redujera en 6% el consumo de estas bebidas, impactando positivamente en un tema de salud pública.
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) tiene como objetivo mitigar los efectos negativos que causan a la población, como el caso del gravamen a los refrescos y bebidas saborizadas, pero además aumentan los ingresos del gobierno.
Francisco Arias Vázquez, titular de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de la Secretaría de Hacienda, explicó que desde su entrada en vigor en 2012 el impuesto al refresco generó que se redujera en 6% el consumo de estas bebidas, impactando positivamente en un tema de salud pública. Pero además se incentivó el consumo de agua natural.
No sólo se redujo el consumo de refrescos, sino que también los consumidores lo sustituyeron por algo que es claramente no nocivo, que es el consumo de agua purificada… Esto es un resultado muy interesante y positivo de cómo una política pública tiene un impacto en los patrones de consumo y en la economía”, dijo durante la Cátedra SHCP 2023 organizada por la UNAM.
Abundó que también el impuesto redujo la brecha de consumo calórico entre los individuos con sobrepeso y los saludables en 7.1 por ciento, y para quienes padecen obesidad respecto a los que padecen sobrepeso en 5.6 por ciento.
La reducción en el consumo de refrescos, en mayor medida se da en los hogares de menores ingresos y en promedio en toda la economía se da una reducción de 6% y un aumento de 4% en el agua purificada”, expuso.
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Arias Vázquez señaló que el impuesto a los refrescos no elimina el consumo absoluto de los productos, sino que los reduce, en ese sentido estos impuestos al final del día generan recaudación, la cual se utiliza para financiar el gasto.
Lo que vemos es cómo se dispara la recaudación cuando entró en vigor el impuesto y después se ha mantenido con una pendiente en tendencia positiva”.
De acuerdo con los datos de Hacienda, al cierre el año pasado se recaudaron 150 mil millones de pesos por estos impuestos a los refrescos, lo que significa cuatro veces el presupuesto de la UNAM.
Al detallar la importancia del impuesto a las gaseosas, Arias Vázquez mencionó que México es el segundo país con mayor prevalencia de obesidad entre las naciones miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo detrás de Estados Unidos; además, está entre los primeros 10 lugares del organismo en obesidad en niños.
Nuestra nación es el país de la OCDE con mayor prevalencia de diabetes, lo que con frecuencia está ligado al indicador anterior e ingesta de azúcares en cuanto a patrones de consumo”.