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A Maná les raya el sol y el Vive Latino 2024

Le hicieron justicia a Maná. La banda originaria de Guadalajara, Jalisco, con más de 40 años de vida, se presentó por primera vez en el festival, el cual sumó 160 mil asistentes y múltiples exponentes en dos días

Se la debían… y se la cobraron con intereses. Maná no desaprovechó un solo minuto de su debut en la edición 24 del festival Vive Latino, donde, frente a 80 mil asistentes, dieron una muestra del porqué es una de las bandas mexicanas más exitosas a nivel mundial haciendo lo que mejor saben… cantando e interactuando con la gente.

Sin ningún preámbulo, la banda se apoderó del escenario Amazon Music arrancando su debut en el encuentro musical con Manda una señal, la cual fue el llamado a la gente para que se acercara y apartara su lugar en el espacio de la curva 4, junto a los originarios de Guadalajara, Jalisco.

Con Ángel de amor la banda estaba calentando motores para lo que sería una velada inolvidable no sólo para el público, sino para ellos que, tras 23 ediciones de Vive Latino, tocaron por primera vez en este escenario: “¡Buenas noches, Ciudad de México! ¡Qué bonito se oye, que emoción estar aquí en nuestra primera vez en el Vive Latino! Nos sentimos bien chingón de estar aquí, en el corazón del país”, dijo Fher antes de que Corazón espinado, la cual es una colaboración con Carlos Santana, resonara.

Maná esperó mucho tiempo para este momento y no se diga sus fans y sus haters. Todos se saben aunque sea un cachito de sus canciones, ya no importa si son muy poperos o no tan rockeros, la banda por fin pudo palomear esta casilla que les faltaba en su trayectoria.

Se la debían… y se la cobraron con intereses. Maná no desaprovechó un solo minuto de su debut en la edición 24 del festival Vive Latino, donde, frente a 80 mil asistentes, dieron una muestra del porqué es una de las bandas mexicanas más exitosas a nivel mundial haciendo lo que mejor saben… cantando e interactuando con la gente.

Sin ningún preámbulo, la banda se apoderó del escenario Amazon Music arrancando su debut en el encuentro musical con Manda una señal, la cual fue el llamado a la gente para que se acercara y apartara su lugar en el espacio de la curva 4, junto a los originarios de Guadalajara, Jalisco.

Con Ángel de amor la banda estaba calentando motores para lo que sería una velada inolvidable no sólo para el público, sino para ellos que, tras 23 ediciones de Vive Latino, tocaron por primera vez en este escenario: “¡Buenas noches, Ciudad de México! ¡Qué bonito se oye, que emoción estar aquí en nuestra primera vez en el Vive Latino! Nos sentimos bien chingón de estar aquí, en el corazón del país”, dijo Fher antes de que Corazón espinado, la cual es una colaboración con Carlos Santana, resonara.

Maná esperó mucho tiempo para este momento y no se diga sus fans y sus haters. Todos se saben aunque sea un cachito de sus canciones, ya no importa si son muy poperos o no tan rockeros, la banda por fin pudo palomear esta casilla que les faltaba en su trayectoria.

“Hace calorcito, un brebaje de nuestra tierra de Jalisco. ¡Salud, por nuestra tierra, México!”, dijo Fher antes de reventarse Mariposas traicionera, a la cual siguió Oye mi amor, Bendita tu luz y Te llore un río, entre otras, con las que hicieron un recorrido por su carrera y así conquistaron el festival.

DIVERSIDAD SONORA

El Vive Latino 2024 cerró con bandas como Kings of Leon, Junior H, Sabino, James, Babasónicos y Hombres G, aliados en un mismo cartel para 80 mil almas.

El cierre del Vive Latino 2024 tuvo una variedad de sonidos que fueron desde el rock más ligero, el rebelde y metalero, hasta el pop y el regional mexicano. 80 mil personas en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez gozaron ayer del encuentro que no dio tregua a los oídos ni a las sensaciones que sólo la música, una buena compañía y alguna bebida refrescante generan. Así la jornada festiva de este fin.

Con el pulso de Kings of Leon

Al cierre de esta edición, los Followill aparecieron en el escenario Amazon Music para despedir la edición anual del festival Vive Latino y lo hicieron algo flojos, sin rolas que explotaran de inmediato como otros grupos lo hicieron a lo largo de la jornada.

Hasta que después de cuatro rolas algo desapercibidas, Molly’s Chamber empezó a atraer a todos los que iban saliendo de James. Vaya que el disco Youth and Young Manhood es una joya del indie que ha recorrido generaciones y sin perder power en la voz de Caleb, el vocalista.

Ojalá hubieran seguido un poco más en esa línea, pero Taper Jean Girl tampoco estuvo mal. Se esperaba que la banda tocara hasta la 01:20 de la madrugada con éxitos como Use Somebody y Sex On Fire.

JUNIOR H y su regional mexicano

“Nos toca representar al regional mexicano en mi primera vez (en el Vive Latino)”, gritó Junior H, mirando cómo poco a poco la raza fachera llegaba a atascar el escenario Amazon. No se podía ni respirar. Parecía palenque por la tremenda nube de polvo que se levantó mientras interpretaba La Cherry.

Por fin salió la maldad. Habrían faltado tiras para cortar la corrida de porros que se armó para entrar al terreno tumbado, pero como la H puso Mente positiva, todos prendieron el terreno para andar puestísimos. Así como el Foro Sol de la Doble P, esto fue un manicomio de puro belicón tronado.

“Esta va para todos mis sad boyz”. Y tiró Tres botellas. Irónicamente en este festival, como dice la letra, muchos vienen a pistear para no llorar, la onda es que la pista estaba llena de compadres desvanecidos por tanta peda. Junior H fue el momento para empujarle hasta el fondo.

¿Quién dijo que en el Vive Latino no se oyen corridos tumbados? Ya nadie lo piensa, Junior H. Vaya manicomio. Era imposible pasar adelante, en especial por las beliconas que estaban amuralladas al lugar más alto para disparar El Tsurito.

Por supuesto que el de Guanajuato, fiel a la vida bélica, pisteó y brindó con el vaso rojo de tequila que tuvo pegado a la mano durante todas las rolas. Y llegó Rockstar y las voces de toda la comunidad tumbada se oyeron hasta los límites de los alter-boyz, que esperaban a los Kings of Leon en el Amazon Music.

James y sus fieles seguidores

James siempre tiene algo que decir, siempre. Desde hace poco más de 40 años, los británicos han logrado reunir una legión de fieles seguidores en México que saben que sus shows son garantía de satisfacción.

Por eso ayer en el escenario Telcel, a Tim Booth, quien hizo gala de sus mejores pasos de baile, y compañía, lograron jalar una buena porción de melómanos y hacerlos vibrar con su rock alternativo.

Con canciones como Say something, Beautiful Beaches, Laid y Don’t Let Me Fall fueron algunas de las rolas que le dieron a la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez un aire británico.

Los certeros Babasónicos

El toque argentino no podía faltar en esta segunda jornada del Vive Latino, el cual estuvo a cargo de Babasónicos que, cómo buena banda recurrente del festival, saben perfectamente qué es lo que quieren sus fans mexicanos.

Pijamas fue la rola con la que los Babas arrancaron su show en el escenario Amazon Music, pero fue con La izquierda de la noche con la que Adrián Dárgelos sacó algunos de sus mejores pasos de baile.

Los Babasónicos no sólo hacen esas rolas que acarician, temas como Pendejo desatan la locura de la gente con ese toquecito de punk que lleva: “Buenas noches, gracias, yo soy Deárgelos”, dijo el vocalista para dar paso a rolas como El colmo, Microdancing y Deléctrico que hicieron bailar y cantar a los presentes durante una hora y 10 minutos.

El ataque de los Hombres G

Para Hombres G, México representa esa puerta de entrada que se abrió a Latinoamérica a finales de los años 80, por lo que presentarse aquí va más allá de un compromiso, es casi como un agradecimiento.

“¡Hola, México!”, lanzó David Summers en pleno atardecer a su público en el Vive Latino antes de que las primeras notas de Voy a pasármelo bien, casi como una premonición de lo que estarían dispuestos los Hombres G, se apoderaran del escenario.

“Hola México, ¿cómo están? Estamos encantados de estar con ustedes compartiendo esta tarde casi de verano, nos la vamos a pasar de puta madre”, dijo el vocalista a su público antes de que El ataque de las chicas cocodrilo se apoderara de las bocinas.

Y casi casi como si fueran los flautistas de Hamelin, los Hombres G fueron atrayendo a las personas al escenario Amazon Music para escuchar los clásicos que les dieron un lugar en la historia de la música en español.

Si no te tengo a ti, Devuélveme a mi chica, Venezia, Te quiero, la cual dedicaron a las “preciosas chilangas”, Marta tiene un marcapasos y Un par de palabras, fueron algunas de las canciones que el público coreo a todo pulmón y bailó con los madrileños en su presentación de una hora.

Sabino, aliado con múltiples invitados

Mientras había esperaba para Maná, el Sab Hop de Sabino la rompió con sus sampleos de Blackpink e invitados especiales. Primero, Dante Spinetta, de Illya Kuryaki, salió para rifarse una colab para Coolo. Y todavía con este clásico, en la zona VIP, el hospitality de Little Caesars y Telcel parecían dormidos.

Hasta que salió Dr. Shenka para el palomazo de La dosis perfecta. Ahí sí, los que ya estaban derrotados revivieron para armar slam, hasta los vendedores no se resistieron y pasaron con las canastas en la cabeza.

Y nadie vino venir la reunión de dos terceras partes del Control Machete, Fermín IV y Pato Machete que se unieron con Sabino para Sí señor. Lástima que Toy Selectah no hizo los honores, pero esa es una reunión que el Vive Latino tiene pendiente. Para este momento de la noche el set de Sabino ya estaba enloquecido y tener el versus con LNG/SHT para rendir homenaje a Akira Toriyama.

La fusión se hizo presente y hasta este momento ya nadie quiso perderse las locuras que Sabino planeó para su show en el escenario Amazon, de los más randoms y geeks que se podía esperar. Para este momento ya sólo faltaba que Porta saliera a rifarse el Dragon BalllRap, pues Sab estaba convertido en Vegeta con su camiseta de príncipe Saiyajin.

Pepe Madero, tras 16 años

Algunos lo recordarán, otros ni por enterados, pero en 2008, Pepe Madero, aún con Pxndx, tocó esquivando cualquier tipo de objetos en el Vive Latino. 16 años después, en solitario, el festival le otorgó la redención merecida y, como nunca, Narcisista por excelencia y Los malaventurados no lloran sonaron brutales y sin intromisiones como esa noche tan hostil.

Pero también volvimos a su año de oscuridad, a 1980, con todas las sombrías historias de esperanza, venganza y rabia, varias escritas en la tierra maldita de Maine, hogar de Stephen King, su novelista de cabecera. Sin Ampersand y Padre nuestro por ejemplo, pero también estuvo Plural siendo singular de la era Carmesí.

A estas alturas de su show en vivo, Pepe tiene bien manejado el performance y drama en cada una de sus rolas, porque si él expresa el dolor es a través de la rabieta de destrozar un tubo, sus fans, de berrear hasta asimilar todo lo que vive en Ojalá, una de las canciones que su autor en algún momento deseó jamás escribir, por el vendaval de ira y tristeza que acumuló. Pero así es José.

“No tengo mucho que decir, sólo gracias por dejarme volver 16 años después”, dijo. Y, sin temor a equivocarnos, pronto estará listo para una noche de cierre en el escenario principal y quien quita, con algunas rolas más del pasado punk rock de Pxndx.

Secret Smile, toda una terapia

Mientras al fondo de la Carpa Little Caesars se escuchaba Te quiero, de Los Hombres G, Semisonic tocó al interior de este escenario. No es broma. Aún estando en el cartel, pocos le tomaron importancia a una banda que para muchos millennials fue crucial, incluso para Los Simpson.

Las lágrimas salidas cuando tocaron Secret Smile lo comprobaron. El set se volvió tan cliché que el atardecer cooperó con un cielo naranja, nostálgico y los que fumaron un poco de weed, quizás, lo sintieron muy profundo. Es un feeling que muchos conocemos y que sólo es posible percibir en los momentos más especiales.

Semisonic nos trajo memorias, rock, funk, piano y mucho sentimiento. 1999 fue su única vez en México y, mínimo, merecen una vuelta más en solitario para apachurrarnos el corazón una noche con Closing Time, tal y como lo hicieron Dan Wilson y John Munson en el ocaso de su show. Y como dice su disco Feeling Strangely Fine, todos nos movimos a otros escenarios sintiéndonos raros, pero cool. Este set, definitivamente, ahorró la terapia de una semana.

Un festival en movimiento continuo

Con una curva 4 llena desde temprano, la música no paró de sonar. Las personas viajaban sobre la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez para llegar a los escenarios donde estaban sus bandas.

En los trayectos se podían encontrar con cualquier tipo de personaje, desde los que iban en zancos y formaban una caravana sonora, hasta aquellos que no dudaron en llevar a sus bebés por primera vez a un festival de música.

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