En la mayoría de los casos, padres minimizan los riesgos de estar en una vialidad, señala DIF
De enero a diciembre de 2024, un total de 528 niños, niñas y adolescentes fueron detectados por el DIF estatal pidiendo dádivas en las calles, reveló Diana Asunción Pérez Álvarez, directora general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Baja California.
Lo anterior, dijo, como resultado de los 461 recorridos efectuados por la dependencia durante ese año. Entre las principales causas que han encontrado destacan que los padres no tienen quien cuide a sus hijos para ir a trabajar, porque no pueden ingresar a la escuela por alguna razón o por una cuestión cultural.
“Los recorridos son con un abordaje diferente, es decir, no buscamos criminalizar esa parte, sino abordarlos con empatía, sensibilidad y encontrar cuáles son las causas que hacen que se encuentren en la calle”, expuso.
Abundó que cuando se realizan los recorridos no se pueden realizar de una manera persecutoria ya que los padres al ver un vehículo con el logotipo del DIF, piensan que va a haber una separación inmediata, en donde normalmente salen corriendo.
Diana Álvarez, señaló que las personas que se encuentran en situación de calle pidiendo dádivas en cruceros normalmente vienen de estados del Sur como Chiapas o Oaxaca quienes suelen ver este fenómeno como algo normal y no como un tema de vulneración.
“En el caso que se detecte que esta situación es reincidente, se procede a canalizar a la Procuraduría de Protección al Menor, para ver que más situaciones existen, a las personas siempre se les indica los riesgos de estar en una vialidad y sobre todo hacerles saber los derechos de los niños porque en la mayoría de los casos no lo ven de esa forma”, aseguró.
En ese sentido, la directora general del DIF estatal, indicó que en 2024 fueron menos de 10 casos por situaciones de vulneración o riesgo del menor en todo el estado los que se canalizaron a la Procuraduría de la Defensa del Menor.
Pérez Álvarez, explicó que aquellos niños que se encuentran en cruceros pidiendo dádivas brindando algún servicio de entretenimiento como malabares o pintados de su cara como payasos, de ser víctimas de explotación le corresponde a la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Si es un tema de explotación ya no nos corresponde a nosotros sería a través de una carpeta de investigación y ver si ese delito se tipifica o no, lo que si nuestra intervención es desalentar esas actividades y conocer el contexto”
“Si nosotros detectamos que es una actividad recurrente y sabemos que se utiliza al niño para eso, presentamos la denuncia correspondiente”, afirmó.
La titular del DIF estatal comentó que la última medida que se dicta es la separación del niño de su familia, ya que siempre se busca colocar al niño con una red familiar, ya sea extensa o su familia de origen, siempre y cuando no sea perjudicial para ellos.
“Cuando está en riesgo su vida, su integridad física o emocional, si se hace esta medida urgente consistente en la separación y posteriormente el ingreso a un centro de asistencia social, en lo que se puede investigar y agotar con su familia extensa de origen o si es algo definitivo también tenemos las familias adoptivas”, explicó.
Diana Pérez, resaltó que no se pueden retirar a los niños e ingresarlos a un albergue por el simple hecho de estar en calle, se tiene que atender la causa primero, para desalentarlos lo cual ha dado resultado a través de los programas de gobierno que se tienen para apoyarlos.
Por su parte, Karla Edith González Navarro, directora del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Mexicali, destacó que se han realizado recorridos en donde normalmente se encuentran con personas que provienen del Sur de México.
“Se les explica la dinámica, que no pueden tener al menor ahí, sus derechos, toda la situación que se maneja con ellos y se les explican los programas que tenemos para ellos como los alimentarios, las becas escolares así como un trabajo formal”.
Detalló que en Mexicali ellos habitan cerca de la Zona Centro, que son donde normalmente se pueden observar pidiendo dinero en los cruceros cercanos, aunque algunas veces se retiran, suelen volver con el tiempo por lo cual es un tema recurrente en la capital.
“Vamos a volver a tener pláticas con la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) para trabajar con las personas sobre todo en esa área donde son recurrentes, son personas que ya saben, conocen nuestros programas, pero igual se les hace fácil volver a realizar estas actividades cuando hay un clima favorable”
“DIF municipal es cien por ciento preventivo, ya cuando se ve que existe algún maltrato o que no es su mamá, solamente nos quedamos ahí, se le habla a la policía municipal y ellos en su lugar le hablan a la autoridad competente que es la FGE”, declaró.
Informó que al inicio del 2025 en Mexicali se han realizado 10 intervenciones por parte del DIF municipal a personas con situación de calle que tienen a sus hijos trabajando en los cruceros de la ciudad.
Jorge Álvaro Ochoa Orduño, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California (CEDH), mencionó que es preocupante que haya esa cantidad de niños en las calles, cuando deberían de estar en las escuelas y en un lugar mejor, no obstante, muchas veces la autoridad ha violentado sus derechos humanos.
“Hay una línea muy delgada para no criminalizar la pobreza, muchas de esas personas padres o madres de estos niños que están en los cruceros, vienen de estados del Sur y para ellos es un trabajo, entonces no deberían de estar ahí los niños porque corren peligro”, advirtió.
Así mismo, resaltó que algunas veces son víctimas de trata de personas, en donde otras personas se aprovechan de la necesidad e ignorancia de estos padres, para poder explotarlos junto a sus hijos y poder generar recursos económicos.
“Nosotros como comisión estamos dando capacitaciones constantes a las distintas autoridades en sus distintos ámbitos de su competencia DIF estatal, DIF municipal, con la intención de revisar cada uno de los puntos recomendatorios y actuaciones de las autoridades”.
Jorge Orduño, recordó el caso de hace dos años donde una familia que estaba en un crucero de Mexicali, haciendo malabares, el cual se manejó como un caso de violencia familiar, en realidad la historia fue que era una mujer de origen indígena con un bebé en brazos y otro al que lesionaron.
“Lo atropellan con un vehículo, al niño se lo llevan al hospital, al conductor no lo detienen, al bebé se lo quitan a la mamá y lo mandan al DIF y a la señora la meten a la cárcel, entonces vemos que son temas que hay que revisar la actuación de las autoridades”.
Finalmente, el presidente de la CEDH remarcó que para que puedan hacer intervenciones con este sector poblacional, tienen que abordarlos de una manera más amigable, de ser necesario con intérpretes de las distintas lenguas y no llegar con policías armados.